Madre, esposa, amiga y mujer.

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Tenemos bajo la misma piel diferentes pasiones.  Somos en esta vida de posibilidades seres que mueven montañas.  Creo firmemente que poseemos la energía de alcanzar grandes cosas; porque la energía de toda mujer es una extraordinariamente positiva.

Ser madre es una experiencia única. Tener la bendición  de crear vida en tu interior es una de las grandes cosas de la vida.  Y cuando te conviertes en madre tu horizonte cambia, tus prioridades son otras y realizas que la vida ya no es vida sin ese pequeño ser a tu lado.

Ser esposa es decidir caminar juntos con un mismo norte; agarrarse las manos cuando el paso apriete y abrazar el amor y la felicidad sin dejar a un lado la pasión.  Ser esposa es mucho más que un compromiso legal y social, estar en un matrimonio es algo que se siente y se vive.

¿Pero qué hacemos con nuestras pasiones? Simplemente saber vivirlas.  Ser madre y esposa no es sinónimo de sueños rotos ni de posibilidades truncadas, al contrario.  Lo que somos como mujeres no se disipa con formar una familia. Ser la mujer que eres también es una prioridad.

¿Cómo se consigue ser tú misma sin sacrificar lo que amas?  Comprendiendo que debes aceptarte; lo que eres y sientes, lo que sueñas y temes.  Y que si bien posponemos proyectos por tener prioridades, dejarlos en el tintero no es olvidarlos, es ajustar el tiempo para sacarlos a flote cuando así lo encuentres pertinente. El tiempo puede ser tu aliado si no olvidas que corre, pasa y no se detiene.

Somos bendecidas al encontrar un hombre que sepa valorar lo que somos.  Un hombre que sepa reconocer la extraordinaria mujer que lleva a su lado; pero encontrar una amiga es mucho más de lo que cualquier mujer puede anhelar.  Es tener ese alguien que conoce tus adentros y camina a tu lado.  Un ser que ríe contigo, llora contigo, sueña contigo.  Una mano amiga renueva tus energías y engrandece tus sentidos.

No todas somos madres y esposas… cada quien tiene un camino diferente… pero todas y cada una de nosotras somos amigas.  No hay más que decir, la amistad llega y libra cualquier destino.  Una amiga conoce tus pasiones y se hace eco de ellas.

Hay pasiones que envuelven sueños de viajar, conocer el mundo.  Hay quien anhela aprender un instrumento, escribir un libro, visitar un viejo amor, reencontrarse con alguien, tener una aventura, vivir un romance, bailar, cantar. No importa cuál sea tu pasión, si sabes vivirla y comprendes lo que eres, podrás alcanzarla.

Hoy sobre todas las cosas debemos agradecerle a la vida por la increíble oportunidad de ser mujeres y poder vivir todo lo que ello representa. Le doy gracias a la vida por ser esposa y madre, por ser amiga y vivir todo lo que esto trae consigo.  Le agradezco a la vida por la palabra y lo que me permite expresar y sentir; por mi estrella, por esa maravillosa presencia que me inspira – gracias por existir; y por poder caminar a plenitud cada rumbo bajo una misma piel.

Mujeres… de pasiones y delirios”

¡Enhorabuena!

©2012 Sylvia Syvel Batista

www.sylviabatista.com

Arte – Woman – Art By Healene y Pintura Promenade – © – Derechos Reservados de sus respectivos autores.

 

 

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One thought on “Madre, esposa, amiga y mujer.

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