Todos debemos escribir. Encontrarnos con nuestras emociones y usar el lenguaje para llevar nuestra voz.
Una palabra llega donde tu presente no te permite; donde tus inhibiciones te limitan, donde tus pasos ansíen llegar. Una frase es un detalle singular, que viaja a través del tiempo y llena de tu esencia a quien lo recibe. Una oración puede impregnarse en la piel de quien la lea, socavar sus cimientos y dar paz. Un escrito tiene la poderosa virtud de ser eterno.
La palabra que lleva tu sentir – no solo tu pensar – es la que perdura en el tiempo. No es dejarse dominar por las emociones lo que mi voz declara, es escribirla con todo tu ser lo que intento promover.
En tiempos en que la tecnología es la orden del día y cada vez es menos práctico agarrar un lápiz y papel para dejar una nota, debemos recordar que no hay nada como ese detalle de leer un pensamiento del puño del protagonista.
Las cartas que complementan el cuento El lienzo de mis amores tienen el propósito de meterse en los poros del lector y sentarlo en primera fila ante la relación de Camila y Luis A. Estas cartas llevan en su haber la virtud de no ser un correo electrónico lo que materializa la relación para hacerla así más personal, más íntima. Sus protagonistas intercambiaron por años – mediante cartas – sus sentimientos, anhelos y temores.
Pero limitarnos a solo escribir a mano no es lo que busco resaltar, la importancia y utilidad de la palabra 
trasciende los sentidos. Una palabra – bien usada – logra su cometido ya sea en un libro, correo electrónico, mensaje de texto o noticia.
Conocer nuestro idioma es importante. El español es nuestra lengua y parte intrínseca de nuestra cultura. No debemos dejar a un lado su buen uso por un modernismo que cada vez nos lleva más a abreviar las palabras hasta crear un idioma aparte.
Regalar una palabra que lleve nuestra esencia es fundamental para que perdure nuestra voz. Ya sea una palabra de amistad, de pésame, de amor, de cotidianidad o una palabra que se vista de amante, escribirla correctamente es esencial.
¡Que la magia de la palabra escrita les acompañe siempre! Nada como construir con palabras y ser recipiente de letras y frases perdidas.
Mujeres… de pasiones y delirios”
¡Enhorabuena!
©2012 Sylvia Syvel Batista